La mejor ruta para empezar a conocer el Parque Natural del Moncayo con niños.

Descubre un sendero sencillo y educativo para visitar con tu familia o el colegio.

 

El Parque Natural del Moncayo te ofrece muchas posibilidades para disfrutar y reconectar con la naturaleza. Cada una de ellas adaptadas a unas necesidades.

¿Por qué hemos seleccionado este sendero para empezar a conocer el Moncayo con niños?

Porque …

  •  Es corto, sencillo y tiene poco desnivel.
  • Tiene unas vistas espectaculares del Moncayo.
  • Cuenta con recursos educativos de interés para hacer paradas.
  • Pasa junto al río Huecha de aguas cristalinas y con poco caudal.
  • Termina en un área recreativa donde puedes llevar tu comida para comer y tomar un café o un helado en un pequeño bar.

¿Qué te parece? ¿No crees que reúne todos los ingredientes perfectos para una salida al campo con niños? ¡Vamos a ello!

Estamos hablando del sendero de Usos tradicionales de Añón de Moncayo. El Parque Natural del Moncayo cuenta con tres Centros de Interpretación y el del municipio de Añón de Moncayo se centra en los usos tradicionales con el lema “El Moncayo y sus paisajes”.

Al llegar al municipio te aconsejamos dejar el coche en el parking gratuito de la entrada y acceder caminando hasta el Centro de Interpretación que se encuentra junto al Ayuntamiento. Puedes consultar horario y días de apertura en la web www.rednaturaldearagon.com donde, además, encontrarás información oficial de todos los Espacios Naturales Protegidos de Aragón.

Te proponemos comenzar visitando el Centro de Interpretación porque allí podrás resolver todas tus dudas sobre el sendero y el Parque, además disfrutarás de una exposición sobre los usos tradicionales de los habitantes del Moncayo y podrás mostrar a los niños aperos tradicionales que les sorprenderán.

Tras salir del Centro de Interpretación toma la segunda calle a la derecha dirección Las Cuevas para comenzar a disfrutar del sendero circular AG3 Usos tradicionales de Añón, con una distancia de 3,3 km y 1 hora de duración realizando paradas en los carteles interpretativos.

La primera sorpresa que te guarda la excursión tras atravesar la Puerta del Lugar, (arco de piedra de la antigua muralla de Añón) es el espectacular paisaje del valle de la Huecha con el Moncayo al fondo. ¡Ah! y fíjate con atención, tal vez puedas observar al avión roquero (Ptyonoprogne rupestres) incubando sus huevos sobre la puerta del lugar.

Antes de comenzar el sendero te proponemos pararte en el muro de piedra y observar con ojos curiosos el paisaje. Verás huertas, campos abandonados, intuirás el recorrido del río, apreciarás los diferentes colores de la vegetación y te sorprenderá la curiosa silueta de las Peñas de Herrera al fondo.

Ahora sí, coge el sendero de la izquierda y comienza a bajar hasta el río donde encontrarás el primer cartel interpretativo en el lavadero. Se trata de una construcción tradicional de la zona y te dará pie a explicar a los más pequeños cómo se lavaba la ropa en aquellos tiempos cuando no teníamos lavadoras en todas las casas. Invítalos a arrodillarse y meter las manos en las frías aguas para sentir lo duro que era hacer la colada y valorar todas las comodidades actuales.

Sigue avanzando por el sendero que discurre entre huertas, muros de piedra y acequias. Te darás cuenta que el tamaño de las zonas de huerta nos indica que se tratan de cultivos para el autoconsumo familiar.

Tras avanzar en la ruta llegarás a un cruce de caminos, sigue siempre las señales de AG3. Seguidamente el sendero se adentra en lo que nosotras llamamos el “túnel del silencio”, un pequeño espacio donde disfrutar de la tranquilidad de las huertas y el canto de muchas aves que te saludan a tu paso.

 

Tras cruzar el “túnel” te darás cuenta como cambia el paisaje de la huerta y te acercas al encinar. Allí, entre el encinar, descubrirás uno de los oficios tradicionales de la zona, el duro oficio del carboneo. Además, fíjate en el suelo…  el bosque nos regala los sombreritos de duende….

Para en el cartel de la carbonera y sube a conocerla. Esta carbonera fue reconstruida por los vecinos del pueblo. El carboneo, oficio tradicional del entorno, hizo que los bosque del Moncayo sufrieran una gran explotación para proporcionar carbón vegetal a la industria local de las fundiciones.

Sigue el sendero de camino al área recreativa de las cuevas, donde podrás parar a comer, pero antes de llegar te invitamos a disfrutar del camino y observar con curiosidad tu alrededor ya que fácilmente te puedes cruzar una joven culebra que escapa rápidamente a tu paso.

Junto al área recreativa se encuentra la surgencia de agua de la “cueva de Añón”. La cueva tiene interés por ser refugio para los murciélagos y para contribuir a su conservación cuenta con una verja que evita molestias. Puedes aprovechar y explicar a los niños y niñas la misteriosa leyenda de “Los gnomos del Moncayo” de Gustavo Adolfo Bécquer, inspirada en este lugar. ¡Seguro que nos les deja indiferentes!!

¿Te animas a visitar el Parque Natural del Moncayo y recorrer este sencillo sendero repleto de sorpresas para toda la familia?